El jamón de bellota es una exquisitez al alcance de pocos con un sabor y características que lo hacen único en el mundo. Se trata de un jamón curado elaborado a partir de cerdos de raza ibérica alimentados con bellotas y pastos naturales en las dehesas del sur de España.
Por suerte, existen organismos que regulan de forma estricta su producción y etiquetado. Así que cuando tengas la oportunidad de disfrutarlo, puedes estar seguro de que estás consumiendo el auténtico jamón de bellota, con todo su sabor, aroma y propiedades nutricionales.
Propiedades nutricionales del jamón
El jamón de bellota destaca por su alto contenido en ácido oleico, una grasa monoinsaturada que es beneficiosa para la salud cardiovascular. Contiene más de un 55% de ácido oleico, niveles comparables a los del aceite de oliva. Esto es debido a que los cerdos se alimentan principalmente de bellotas, un fruto cuyo contenido de este ácido es de más de un 60%.
Además, el jamón de bellota es una fuente de vitaminas del grupo B (B1, B6 y B12) y vitamina E, fundamentales para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, cerebro y músculos.
También aporta minerales esenciales como el hierro, calcio, potasio y fósforo, que contribuyen al mantenimiento de una buena salud. Su contenido en sal es relativamente bajo en comparación a otros jamones curados y otros embutidos. Contiene entre un 3% y un 5% de sal.
Las proteínas del jamón ibérico son de alto valor biológico, necesarias para el crecimiento y reparación celular. En definitiva, el perfil nutricional del jamón de bellota es excepcional.
Características de sabor y aroma de un buen jamón
El jamón de bellota tiene un sabor profundo y equilibrado, con sutiles notas dulces y saladas con matices de sabor umami. Los más expertos en su degustación destacan su aroma penetrante y característico, con toques a frutos secos, especias y aromas a madera.
Su textura es suave y muy jugosa, gracias a la grasa que se deshace en boca. El color es rojo intenso, con vetas de grasa blanca marfil. Todas estas cualidades lo convierten en un manjar sublime. No es de extrañar que guste a todo el mundo.
Proceso de elaboración de jamones
Los cerdos de raza ibérica se crían en libertad en las dehesas y consumen unos 8 kg de bellotas cada uno durante la montanera (de octubre a marzo, aproximadamente). Además, complementan su alimentación con hierbas y pastos naturales. Solo esta raza autóctona española puede emplearse para el jamón de bellota.
La curación del jamón de bellota dura un mínimo de tres años en secaderos naturales, donde se controlan la temperatura y la humedad. Algunos pueden alcanzar los 48 meses de curación.
Denominaciones de origen del jamón
Existen cuatro denominaciones de origen que garantizan la calidad y origen geográfico del jamón de bellota: Guijuelo, Los Pedroches, Dehesa de Extremadura y Jabugo.
Si quieres disfrutar de este manjar, verifica siempre su autenticidad gracias a la etiqueta negra que lo identifica como “jamón de bellota 100% ibérico”.